Apicultura y abejas

¿Qué es la apicultura?

La apicultura es el arte de criar y cuidar abejas (Apis mellifera) para aprovechar sus productos, como miel, polen, cera y propóleos, que son altamente valorados tanto en la alimentación como en la medicina natural.

Esta actividad es fundamental para la seguridad alimentaria mundial, ya que más del 50% de la polinización necesaria para frutas y semillas depende de las abejas. Además, su presencia favorece la salud del ecosistema, pues son muy sensibles a los contaminantes y al cambio climático.

Lo mejor de la apicultura es que no solo contribuye al medio ambiente, sino que también genera mercados sostenibles de productos naturales, mejorando la calidad de vida de quienes la practican. Gracias a la creciente demanda de alimentos saludables, los productos derivados de las abejas se han convertido en una opción cada vez más popular y valiosa.

La apicultura es una actividad ideal para familias campesinas, ya que puede complementarse con otras labores del campo de manera sostenible. Además de mejorar los cultivos mediante la polinización, permite obtener productos como miel, polen y pan de abejas, ricos en nutrientes esenciales y alineados con las tendencias de alimentos funcionales.

También se aprovechan productos con usos farmacéuticos, como propóleos, apitoxinas y jalea real, respaldados por estudios terapéuticos. Por último, elementos como la cera tienen aplicaciones en diversas industrias, lo que convierte a la apicultura en una fuente económica versátil y amigable con el medio ambiente.

La Apicultura y la Biodiversidad de Colombia

Colombia cuenta con una riqueza natural y biodiversidad excepcionales, pero la apicultura y la industrialización de sus productos aún no han recibido la atención que merecen como una actividad económica sostenible.

Gracias a su ubicación geográfica, con floración constante y una gran variedad de flora, el país ofrece un alto potencial para la producción de miel y polen de abejas de calidad superior. Sin embargo, esta diversidad única apenas comenzó a reconocerse en 2012 como una cadena productiva de importancia comercial por el Ministerio de Agricultura, dejando mucho potencial sin explotar.

Nuestros Apiarios

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En Apiarios El Pinar impulsamos a familias campesinas con capacitación y apoyo para formalizar la apicultura como una actividad sostenible y complementaria al campo.

Preguntas más frecuentes

Las abejas obtienen su alimento principalmente del néctar de las flores y del polen. En la apicultura, cuando hay escasez de floración o en épocas de invierno, los apicultores pueden complementar su alimentación con jarabes naturales o suplementos proteicos para garantizar su bienestar. Una alimentación adecuada influye directamente en la calidad y cantidad de la miel producida, asegurando colmenas saludables y productivas.

A simple vista no es fácil determinar si una miel es natural o es un producto adulterado, pero lo primero que podríamos observar es que la miel natural rara vez presenta el mismo color, sabor, textura pues estas características varían de acuerdo con el origen floral, tiempo de cosecha y ubicación geográfica del apiario; por tanto, cuando durante todo un año le ofrecen miel de las mismas características, este puede ser un punto para dudarlo. Por otra parte, debe saber dónde la adquiere; debe ser un lugar de su confianza, comúnmente los productos de calidad no los venden en la calle. Así mismo, debe revisar la etiqueta, los datos completos del productor o distribuidor, pues para todo alimento producido y distribuido en nuestro país es obligatorio tener todos los datos de la empresa o persona que lo envasa. No debe aparecer en la etiqueta palabras como sirup, sirope  o “con sabor a miel”. Ya en el momento de consumirla, esta debe tener un olor a flores o a naturaleza y un sabor dulce profundo, nunca a caramelo.  El precio también es un factor a tener en cuenta.

No, porque los diabéticos ya tienen una patología relacionada con el consumo de azúcares. La miel es un producto rico en glucosa, por tanto, una persona diabética no debe consumirla.

Es aquella que no ha sido calentada.

Debido a que la temperatura que predomina en la ciudad de Bogotá es inferior a 16°C la miel no se deja envasar con facilidad, por tanto, se debe hacer un proceso de calentamiento controlado, para que se deje envasar.

La puede consumir sola, también endulzando sus bebidas frías o calientes, para untar en el pan en galletas, tostadas, pancakes, puede utilizarla como ingrediente para salsas, vinagretas, tortas, galletas, muffis, ponqués, para aliñar, cerdo, carne, pescados, y puede preparar con ella infinidad de mascarillas para la piel, mezclándola con avena, polen, aceite de oliva, de coco, aloe vera, con el objeto de hidratar la piel seca o para realizar exfoliación en la piel.

Porque el color de la miel va de acuerdo al origen floral que visitan las abejas.

La miel no se apanela, se cristaliza; este es un fenómeno natural que sufre la miel y no indica que sea falsa (ver Cristalización).  

La pasteurización de la miel consiste en someter a la miel a temperaturas elevadas de unos 78°C durante seis o siete minutos, para después enfriarla rápidamente.

La miel contiene más del 75% de azúcares, principalmente azúcares simples como glucosa y fructosa; en una baja proporción sacarosa. Algunas mieles tienen más glucosa que fructosa y en otras predomina la fructosa, dependiendo del origen floral. 

La miel se cristaliza porque es una solución sobresaturada de azúcares. Este estado ocurre porque hay mucha azúcar en la miel (más del 75%) en respecto a la cantidad de agua (generalmente de 18 a 25%). A medida que la temperatura a la cual se almacena la miel es más baja, la miel tiene mayor tendencia a cristalizar. Entre menos contenido de agua tenga la miel, más fácilmente se cristalizará. En general, aquellas mieles que tienen más glucosa que fructosa, cristalizan más fácilmente.  En países que tienen alto consumo de miel, son mucho más apreciadas las mieles cristalizadas.   

El color de una miel depende de la fuente que haya visitado la abeja. El contenido de azúcares, proteínas y minerales influyen en el color de la miel, especialmente estos últimos; cuanto más minerales tenga la miel, más oscura será.  

No, la miel, siempre y cuando se tengan buenas prácticas en la cosecha y en el envasado, es de buena calidad; simplemente sus características fisicoquímicas y su aroma, olor y sabor son diferentes.

Porque existen clientes que prefieren comprar envase de vidrio por ser más ecológicos o por que la pueden someter al baño maría si se les cristaliza. Existen otros clientes que por tener niños en la casa o por la tapa dosificadora prefieren el envase PET.

Las abejas se alimentan con la misma miel y el polen que ellas recolectan.